Isla Mauricio, el paraíso soñado para una luna de miel

¿Estás organizando tu luna de miel y has decidido que te gustaría disfrutar de tus primeros días de recién casado en un lugar de ensueño rodeado de naturaleza en medio de playas paradisíacas? Son muchas las parejas que después de todo el ajetreo que suponen los preparativos de la boda, prefieren un destino tranquilo en el que puedan relajarse y disfrutar el uno del otro en sus primeros momentos como recién casados. A fin de cuentas, se trata de la primera escapada formal después de toda la vorágine de la boda.

Cierra los ojos: imagínate en un inmenso palmeral acariciado por la suave brisa, playas blancas de arena fina con aguas cristalinas, paisajes de exótica vegetación y una exquisita gastronomía. Cuando los abras, estarás en Isla Mauricio. Una verdadera joya situada en mitad del Océano Índico, frente a las costas de Madagascar. Rodeada de impresionantes lagunas de tonos azules que reflejan los cristalinos fondos del mar, es un auténtico paraíso tropical del que no querrás marcharte.

Una tierra caracterizada por una gran mezcla de culturas. Y es que, aunque ha sabido adaptarse perfectamente a los tiempos, se ha mantenido fiel a la herencia de los pueblos indios, franceses y británicos que un día la colonizaron. Una mezcla que ha dado lugar a una cultura de gran singularidad, en la que podemos encontrar desde música criolla a ingredientes típicos de otras gastronomías del mundo. Todo ello acompañado por un clima increíble todo el año, salvo los meses de enero y abril, que suelen ser más húmedos y calurosos.

Por todo ello, Isla Mauricio es, sin duda, uno de los destinos preferidos para muchas parejas después de la boda. Tanto para aquellas que quieren pasar su luna de miel en África y realizar un circuito por el continente como para aquellos que buscan un destino paradisíaco donde desconectar. Y es que no hay nada mejor que disfrutar de todos los encantos que ofrece esta maravillosa isla junto a la persona con la que hemos decidido pasar el resto de nuestra vida. ¡Un auténtico destino para enamorados!

Lo que no puedes perderte en Isla Mauricio

Sus románticas playas

Isla Mauricio cuenta con playas de ensueño, de esas que tantas veces has visto en postales y en televisión. Playas de arena blanca y aguas cristalinas como Le Morne Brabant, Mont Choisy, Tro aux Biches, Tamarin, Belle Mare o Roches Noires. Además, si eres amante del surf, encontrarás playas ideales para disfrutar de tu actividad favorita. Pero tampoco dejes pasar la oportunidad de bucear o hacer snorkel en las barreras de coral de Gran Baie, donde podrás sumergirte y contemplar los grandes bancos de peces de colores que viven bajo las aguas del Índico.

El Jardín Botánico de Pamplemousses

Se trata de un impresionante jardín que ocupa una superficie de 26 hectáreas y que alberga más de 600 especies de vegetales, como el bambú dorado, el loto, el ébano, la caña de azúcar, la teka y un sinfín de bellísimas flores silvestres. No dejes pasar la oportunidad de dar un romántico paseo por los estanques de la Reina Victoria, donde podrás contemplar nenúfares gigantes y lotos rodeados de bambús dorados. El lugar ideal para disfrutar de la puesta de sol y ampliar vuestro álbum de fotos.

Isla de los Ciervos

La Isla de los Ciervos es una pequeña isla paradisíaca que se localiza junto a la costa este de Isla Mauricio, famosa por sus impresionantes playas de aguas azules. Más espectaculares incluso que las de Isla Mauricio, por lo que son de visita casi obligada. Allí, además de disfrutar del sol y del baño, podrás practicar una gran variedad de actividades acuáticas, como snorkel, volar en parasailing o jugar al golf.

Grand Bassin

Grand Bassin es un lago sagrado cuyas aguas, según la creencia hindú, proceden del río Ganges. Está situado sobre uno de los tres cráteres que dieron origen a Isla Mauricio y, a diferencia de los otros dos, se encuentra cubierto por agua y se ha convertido en el lago más importante de la isla. Pero no solamente debes visitar este lugar por la belleza del lago, sino también porque a sus orillas se encuentra ubicado el templo hinduista más grande y más importante de la isla, dedicado a Shiva y a otros dioses como Lakshmi y Hanuman. A su entrada se encuentran las estatuas más altas de la isla, que representan a Shiva y a Durga Maa Bhavani, ambas de 33 metros de altura.

Le Morne Brabant

Declarada Patrimonio Cultural por la UNESCO, Le Morne Brabant es una de las montañas más impresionantes y más hermosas de la isla. Se encuentra ubicada al suroeste de la misma y mide 556 metros de altura. Además de tener un gran valor ambiental, también tiene un gran valor histórico, ya que entre los siglos XVIII y XIX fue el refugio de los esclavos huidos, que crearon diversos asentamientos utilizando sus vertientes más abruptas y boscosas. Por eso, esta montaña es el símbolo del sufrimiento de miles de esclavos que habitaron la isla en el pasado.

Vanille reserva des Mascarignes

Es uno de los parques naturales más importantes de la isla, donde podrás dar de comer a tortugas de más de cien años o quedarte hipnotizado con la paleta de colores que forman las miles de mariposas que vuelan por la zona.

El mercado de Port Louis

En la capital del país podemos encontrar un maravilloso mercado. No olvides aprovechar para comprar algunas especias, como pimienta, vainilla, azafrán o azúcar. Todo un mundo de aromas y sabores en el que podrás sumergirte y conocer más sobre las costumbres de los locales. Pero también podrás encontrar productos de artesanía, recuerdos y regalos.

Las plantaciones de azúcar

Las plantaciones de azúcar, vainilla y café conforman uno de los paisajes más características de Isla Mauricio. Un escenario perfecto para pasear, pero también para hacer una visita a alguna de las muchas fábricas de ron de calidad que hay en la zona, como la Rhumerie de Cahamarel, donde podréis contratar una cata y conoce el proceso de elaboración de esta bebida con las máquinas en funcionamiento. Fue inaugurada en el año 2008 y actualmente es una de las atracciones más populares de la isla.

Domaine des Etoile

Una impresionante reserva natural protegida por las majestuosas montañas de Mokay, donde podrás disfrutar de las espectaculares vistas de los acantilados y, si eres aficionado al turismo activo, realizar una gran variedad de actividades, como senderismo, excursiones en 4×4 o quad, o dar un tranquilo paseo a caballo.

Cascadas de Chamarel y Tamarín

La cascada de Chamarel es uno de los lugares más fascinantes de toda la isla. Una cascada de más de 100 metros de altura (más que las cataratas del Niágara) que se encuentra rodeada de exuberante vegetación de color verde intenso. Pero también podrás realizar la ruta de las cataratas de Tamarín. Uno de los itinerarios más hermosos que ofrece la isla, situado en la parte central de la misma. Un impresionante cañón formado por once cascadas que te dejará completamente hipnotizado.

La Tierra de los Siete Colores de Charamel

Situada muy cerca del pueblo de Charamel, la Tierra de los Siete Colores ofrece un bellísimo paraje  compuesto por infinidad de dunas de arena de distintos colores en medio de un exuberante bosque, siendo los tonos predominantes el marrón, el rojo, el violeta, el morado, el azul y el amarillo. Lo más curioso es que estos tonos se encuentran separados por capas y si tomamos tierra de colores distintos y la mezclamos, terminarán separándose de nuevo. El mejor momento para visitar la zona es al atardecer, ya que es cuando pueden apreciarse más contrastes.

Reserva Natural de Valdriche

Si eres un gran amante de los animales salvajes, no dejes pasar la oportunidad de visitar este bellísimo paraje para contemplar de cerca a los macacos, murciélagos, ciervos y algunas especies en peligro de extinción como el rabijunco o la cotorra de Mauricio.

Trou aux Cerfs

Como toda isla que se precie, Isla Mauricio cuenta con multitud de cráteres que recuerdan su agitado pasado. Trou aux Cerfs es el cráter del volcán que dio origen a la isla hace miles de años y el más impresionante de todos los que podemos encontrar en la zona. Tiene una profundidad de 100 metros y un diámetro de 350. Lo más curioso es que no se encuentra extinto, sino dormido desde hace varios cientos de años, por lo que podría revivir en los próximos mil años. Una excursión tan bella como interesante que quedará para siempre grabada en tu memoria, tanto por la visita al propio cráter como por las espectaculares vistas que pueden contemplarse de los alrededores.