Otra de las joyas de viajar a Madagascar esta más accesible a todo tipo de clientes.
La navegación por el Canal se realiza a partir de la ciudad de Manakara y se utilizan para ello piraguas tradicionales Antemoro (etnia que habita en el canal de Pangalanes).
Las piraguas son de madera y aunque están adaptadas ligeramente al turismo siguen siendo piraguas de madera con asientos incómodos.
La ventaja es que en la navegación por el Canal no se realizan etapas excesivamente largas de piragua evitando de este modo la fatiga al viajero de permanecer muchas horas sin moverse.
Durante la navegación se visitan diversos poblados Antemoro, así como una plantación de vainilla y se percibe la vida cotidiana en este canal malgache que articula como una autopista natural la vida y la economía de diversas comunidades.
Almorzaremos a base de pescados y /o marisco cocinados por nuestro equipo de cocineros en el Canal de Pangalanes.
El Canal de Pangalanes es un canal natural que los colonos franceses hicieron navegable y que se divide en Pangalanes norte y Pangalanes sur.
El Pangalanes norte se extiende entre Tamatave y Mananjary y esta habitado por diversas etnias entre la que destaca los Betsimisaraka.
Este tramo de canal es navegable muchas veces en lanchas motoras y es menos interesante que la parte sur, estando mucho más abierto al turismo de masas.
Por el contrario el Pangalanes sur es únicamente navegable en piraguas tradicionales (aunque algunos intentan aventurarse con barcos a motor, acto que se intenta, desde las organizaciones medioambientales, reprimir para preservar la fauna existente) y se extiende entre las ciudades de Mananjary, Manakara y Vohipeno.
El canal de Pangalanes tiene una distancia total de norte a sur de más de 600 kilómetros y vertebra económicamente toda la costa centro-este de Madagascar.
Un tramo del recorrido que viajero no olvidara en un su viaje a Madagascar.