Lo mejor de Etiopía
Etiopía, a pesar de lo que muchos puedan imaginar cuando piensan en este país, es un destino que alberga una gran cantidad de lugares mágicos y de impresionante belleza. Estamos hablando del país africano con mayor número de monumentos declarados patrimonio de la humanidad por la UNESCO, el segundo país más antiguo del mundo en convertirse al cristianismo, posee un calendario único, un idioma completamente diferente a los demás, un horario diferente y el único país de África que nunca ha sido colonizado por una potencia extranjera.
Un país único y diferente que esconde infinidad de mitos y tesoros que alimentan su inquebrantable orgullo. Por todo ello, no es de extrañar que el European Council on Tourism and Trace (ECTT) lo haya elegido como el mejor destino turístico de 2015. Su estable situación política, su creciente economía, diversidad, seguridad y creación de infraestructuras justifican esta elección por parte de este organismo europeo. Es cierto que aquellos que deciden realizar viajes a Etiopía no encontrarán las comodidades del los típicos safaris africanos, pero en pocos lugares del planeta el turista podrá encontrar espacios de leyenda como los que mostramos a continuación y por los que merece la pena visitar este país al menos una vez en al vida.
En este post podrás leer:
Lalibela, la Petra Africana
El escrito polaco Kapuściński considera a Lalibela como la octava maravilla del mundo. Una joya del incipiente turismo de Etiopía emplazada entre impresionantes valles y casitas de planta circular y techo de paja. Alberga nada menos que 11 iglesias excavadas en la roca, conformando uno de los lugares más bellos de todo el planeta. Allí, desde hace cuatro milenios, los sacerdotes y diáconos repiten los mismos cánticos en su lengua primitiva, la misma sucesión de rituales en los que cada elemento está cargado de simbolismo.
Bahir Dar y el Lago Tana
Este lugar es como un gran jardín, lleno de vegetación, jacarandas, limoneros, higueras… y un precioso lago como telón de fondo. El lago Tana que alimenta el Nilo Azul. En esta zona encontramos además una docena de monasterios de planta circular, en cuyas puertas hacen guardia los sacerdotes. En su interior pueden contemplarse diversas escenas de la Biblia.
Gondar, el Camelot africano
Si no supiéramos que estamos en Etiopía, al llegar a Gondar podríamos llegar a creer que nos encontramos en una villa medieval del centro de Europa. Rodeada de verdes colinas, Gondar fue una floreciente capital durante el siglo XVII, donde su gobernante Fasilidas ordenó edificar un lujoso complejo real empleando técnicas aprendidas en Oriente de sus aliados los portugueses. Lo cual explica la estética de esta fortaleza que difícilmente podríamos esperar en medio del continente africano.
Aksum o “La madre del cordero”
Aksum sería una típica ciudad etíope si no fuera por la maravillosa iglesia de Los Cuatro Apóstoles. Además, resulta imperdonable visitar Etiopía y no ir al lugar en el que se encuentra el Arca de la Alianza, la reliquia más valiosa de los etíopes, y la iglesia donde se encuentra, Santa María de Sión. Este tesoro se ubica dentro de una capilla entre la iglesia original y la nueva, construida en la década de los 60.
Montañas Simien, las más altas de Etiopía
Estas montañas, situadas en la zona de Gondar y declaradas como Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, tienen un origen geológico único. Una auténtica maravilla de la naturaleza cuyo punto más alto es el monte Ras Dejen con 4.543 metros sobre el nivel del mar. Se trata de la montaña más alta de Etiopía y de la cuarta más elevada del continente africano. Pese a su carácter escarpado y su altura, en estas montañas podemos encontrar una gran cantidad de pueblos que en otro tiempo estuvieron habitados por judíos de Etiopía. Además, sus laderas constituyen el hábitat perfecto para diversas especies de animales, algunas de ellas propias de la zona como la cabra walie, el zorro etíope o el gelada, un tipo de babuino que solamente vive en las tierras más altas de Etiopía.
Addis Abeba, buscando a Lucy
En la depresión del Danakil fue donde en el año 1974 se hallaron los restos del esqueleto más famoso del mundo, Lucy. Sus restos fosilizados han llegado hasta nosotros después de 3,2 millones de años. Por eso, se trata de un lugar que no pueden perderse los verdaderos amantes de la arqueología o aquellos curiosos que quieran conocerlo.