Luna de miel en una isla paradisíaca: Bora Bora
Y ¡que vivan los novios!
Casarse y celebrar bodas está cada vez menos de moda. De hecho en España, según las estadísticas que elabora el Instituto de la Mujer, en 2011 se celebraron 163.338 bodas y se divorciaron 116.365 parejas…
Sin embargo, pese a que actualmente se celebran casi la mitad de bodas que hace 35 años, hoy muchas de las parejas que deciden casarse también optan por lunas de miel más originales y exóticas alejadas de las tradicionales como los viajes románticos a la ciudad del amor o packs vacacionales al Caribe, cruceros por el Cairo.
A la gente cada vez le gusta más viajar y conocer otras culturas y paisajes inimaginables. Se acabó el hotel turístico con pensión completa y visitas programadas a museos y monumentos, el crucero típico no apto para o los viajes a las Vegas (¡otro clásico!).
Oceanía es uno de los destinos preferidos por los recién casados, particularmente la Polinesia Francesa y sus paradisíacas islas. Una de las más conocidas es Bora Bora
¿Por qué escoger Bora Bora de viaje de novios?
Aunque una imagen vale más que mil palabras, y las fotografías hablan por sí solas de lo espectacular de sus playas, bosques, paisajes, cielos despejados… Seguro que nuestra primera justificación la desconocías…
Y es que Bora Bora significa ‘primer nacimiento’ en tahitiano y viendo sus paisajes de naturalezas y playas casi vírgenes parece un paraíso surgido de la nada, recién nacido. Además, desde una visión romántica, podríamos pensar que un matrimonio es también el nacimiento de algo nuevo ¿no? ¿Se te ocurre un destino más apropiado para celebrarlo? Por si acaso te damos más consejos de qué puedes ver y conocer.
Evidentemente, las playas de arena blanca y aguas cristalinas son uno de los reclamos turísticos más fuertes de Bora Bora, pero no es sólo eso.
En lugar de ir de compras, visitar museos y galerías o ir de restaurante en restaurante buscando sitio para comer… ¿Qué te parece sumergirte en el Océano Pacífico y bucear entre tortugas viendo arrecifes de corales y rozando con tus dedos peces de todos los tamaños y colores? Una forma de hacer deporte en vacaciones de lo más original y un paseo (acuático) inolvidable.
También son atractivos importantes las excursiones por sus bosques y selvas, el trato directo con sus gentes o la posibilidad de conocer otra cultura y otros modos de vida. Y todo esto ¿con unos alojamientos de lujo y todas las comodidades que necesites!
Caminar por sus tierras volcánicas, de las que se dice son las más mágicas del planeta, investigar y disfrutar del verde paisaje de la flora y fauna de la zona y, cómo no decirlo, sus espectaculares puestas de sol.
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No lo dudes, olvídate de los destinos típicos y piensa en visitar la Polinesia francesa en tu luna de miel… ¡Y cuando quieras!
