Por qué visitar Machu Picchu
En el año 2007 se celebró un concurso internacional para descubrir las nuevas 7 maravillas del mundo moderno.
Entre los monumentos y obras arquitectónicas ganadoras, se encontraba la misteriosa e impresionante ciudadela incaica Machu Picchu, lugar también catalogado como Patrimonio de la Humanidad por la Unesco.
Este conjunto arquitectónico, cuyo nombre proviene del idioma quechua, machu pikchu, que significa montaña vieja, se encuentra ubicado en la cordillera central de los andes en Perú, en el batolito de Vilcabamba, entre las montañas Machu Picchu y Huayna Picchu. Su construcción data del siglo XV y parte de su misterio proviene de que no se sabe con exactitud si se trata de un antiguo santuario religioso inca, un palacio para el retiro y descanso del inca Pachacútec o una fortaleza militar. Se cree que Pachacútec conquistó esta zona por su situación privilegiada entre montañas y zonas consideradas como sagradas y por el recorrido del sol en fechas importantes y clave dentro del calendario andino. Estos motivos, así como su entrada ceremonial y su arquitectura, evidencian que lo más probable es que fuera un santuario inca. De hecho, todo el entorno que rodea a esta ciudadela es denominado como Santuario Histórico de Machu Picchu, con una extensión de más de 35.000 hectáreas en torno al conjunto arquitectónico principal.
Uno de los principales intereses de Picchu es precisamente ese aspecto arquitectónco. Este pueblo siempre destacó por la calidad de sus edificios, donde residían las élites. Se diferencias dos zonas, una urbana y otra agrícola con numerosas terrazas de cultivo. En la zona urbana, se identifican varios conjuntos estructurales, entre los que se incluyen varios templos como el Templo del Sol, la Residencia Real, viviendas de élite, escalinatas, fuentes, una Plaza Sagrada o cuevas en las que se presume que se realizaban antiguamente rituales religiosos.
También impresiona su red hidráulica, dotada de drenajes que evitaban que el agua se empozase y provocase una erosión que bien podría haber hecho peligrar toda esta población. Machu Picchu destaca por su planificación estructural, mimetización con el entorno natural y su gran labor de ingeniería tomando en consideración elementos geográficos y climáticos, así como creencias religiosas y eventos astronómicos.
En cuanto a su entorno geográfico, como se ha dicho, se encuentra ubicada dentro del área protegida del Santuario Histórico de Machu Picchu, situado en la selva de las yungas y surcado por el río Urubamba. Esta zona de impresionante paisaje selvático tropical y también montañoso acoge gran diversidad de flora y fauna con distintos ecosistemas.
Visitar esta ciudadela es toda una experiencia visual e incluso espiritual. La comunión entre arquitectura y naturaleza, los impresionantes paisajes que se puede observar desde Machu Picchu y su ambiente sacro generan una sensación irrepetible que han hecho de este un lugar especial y de obligada visita si se viaja a Perú. De hecho, para apreciar mejor estas sensaciones, hay quienes optan por acceder a este histórico emplazamiento a recorriendo a pie durante varios días el Camino Inca que une Cuzco y Machu Picchu.
Muy recomendable es también ascender al Huayna Picchu, montaña que se sobrepone las ruinas y desde la cual se puede obtener la famosa vista panorámica plasmada en la mayor parte de las fotografías, y donde además se pueden encontrar otros yacimientos arqueológicos como el Templo de la Luna.
Si tienes planeado viajar a Perú, no pierdas la oportunidad de visitar Machu Picchu. Eso sí, planifica esta parada con antelación, puesto que el acceso a visitantes está restringido tanto a las ruinas de la ciudadela (2.500 personas al día), como al ascenso del Huayna Picchu (400 personas por día).