Etiopía es uno de los países más especiales de África, dado que es el único que no fue colonizado y mantuvo su independencia durante el reparto de África. En su vasto territorio se puede encontrar desde zonas de selva y montaña, hasta desiertos o lagos en la zona atravesada por el Valle del Rift.
Mientras que otros países destacan por su legado natural, Etiopía, además de ello, puede presumir de contar con una riqueza cultural incomparable con gran diversidad de etnias y tribus conviviendo en armonía. Además de parques nacionales como el de Mago o regiones como el Valle del Omo, hogar de hipopótamos y cocodrilos, la ciudad de Harar, los castillos de Gondar, el palacio de la Reina de Shaba, Mekele o Adis Abeba son lugares y ciudades que no deben eludirse a la hora de visitar este país ubicado en el cuerno de África.
Precisamente, su multiculturalidad se hace patente en los mercados tradicionales que ponen en contacto a distintas tribus en los núcleos urbanos, una de las mejores experiencias de las que disfrutar en Etiopía.