Namibia, en el suroeste de África, es lugar en el que el color rojo toma protagonismo. El desierto del Kalahari, las inmensas dunas del desierto del Namib o el ocre sobre la piel del pueblo Himba son testigos de ello.
Para observar la vida en su estado más salvaje, el Parque Nacional de Etosha es una parada ineludible si se viaja a Namibia, donde ver leones, hienas, guepardos, elefantes, gacelas…
Si lo que se busca es descubrir lo mejor de la cultura de este país, su capital Windhoek muestra la mezcla entre la tradición africana y las influencias alemanas tras la colonización. Este es el lugar donde poder encontrar las famosas máscaras tribales. También es muy recomendable la visita a Twyfelfontein, un lugar al aire libre donde observar tallados sobre piedra realizados por los bosquimanos y con miles de años de antigüedad.
Conocer de cerca el estilo de vida de tribus nómadas como los Himba o los Damara es otra de las oportunidades de viajar a Namibia.