Los países del sudeste asiático han cobrado, en los últimos años, cada vez más importancia como destino turístico. Sus espectaculares paisajes, sus impresionantes conjuntos arquitectónicos, su exótica gastronomía y su cultura milenaria, la han convertido en las de las zonas turísticas más deseables del planeta, sobre todo para las lunas de miel.

Pero además de todos los monumentos y lugares que podemos visitar durante nuestro viaje de novios por Asia, esta región ofrece otros muchos atractivos interesantes. Uno de ellos es la posibilidad de poder adentrarnos en la cultura y en las tradiciones más antiguas de los diferentes grupos étnicos que todavía viven en ella y cuyas costumbres les confieren su propia identidad. A continuación te mostramos algunos de los más curiosos que podrás ver durante tu estancia.

Indonesia

Los Korowai

La tribu Korowai de Papúa Nueva Guinea es famosa por haber sido una de las últimas tribus caníbales del mundo, aunque desde hace más de 20 años no lo practican. Estuvieron aislados por completos del mundo hasta el año 1970, cuando fueron descubiertos por un grupo de misioneros holandeses. Sus casas son realmente excepcionales, ya que, a pesar de haber estado aislados, cuentan con impresionantes conocimientos de arquitectura. Expertos constructores y diseñadores de casas construidas sobre los árboles. Las cuales empezaron a edificarse para evitar los mosquitos y por la antigua rivalidad que existía entre los pueblos de la zona. Algunas de ellas llegan a estar sostenidas a 40 metros de altura.

Actualmente quedan entre 3.000 y 4.000 miembros en total, ya que muchos de ellos han ido abandonando la tribu para mudarse a las poblaciones cercanas. Además, se cree que solamente durarán una generación más viviendo al estilo tradicional y que en poco tiempo terminarán formando parte de la sociedad isleña. Si quieres conocerla, no tienes tiempo que perder.

Los Toraja

Los Toraja viven en las altas montañas de Sulawesi, una zona tan remota que muchos de sus lugares llegaron a ser completamente autónomos durante la década de los 70, hasta que llegaron los misioneros holandeses. Una de sus tradiciones más extrañas a la par que escabrosas es que cada tres años desentierran a sus muertos como muestra de respeto hacia ellos. Para mantenerlos en las mejores condiciones posibles, los muertos son envueltos en varias capas de tela antes de ser enterrados y se deshacen de los órganos en descomposición. Cuando son desenterrados, con motivo del Festival Ma’nene, reciben aseo y nueva indumentaria.

Vietnam

Los Hmong

Los Hmong viven en la región montañosa de China y en algunas zonas del Sudeste Asiático, en los países de Vietnám, Laos y Birmania. Las mujeres de la tribu destacan por su vestimenta tradicional, con trajes de colores bordados, collares, faldones y tocados. Muy parecido al de los hombres, que visten con chaquetas de colores y mantas que cubren sus hombros, siempre bordados con figuras geométricas. Se dedican sobre todo a la realización de trabajos artesanales, donde las hojas de cannabis o marihuna constituyen uno de los principales materiales. Ofrecen sus productos a los turistas en los mercados, entre los que se encuentran los tapetes, faldas, colchas, pareos, bolsas, mantas y cojines. Todo ello elaborado con fibras naturales.

Tienen su propio idioma y, aunque profesan la religión católica por influencia de la cultura occidental, también siguen adorando a sus antiguos ancestros, dioses y dragones.

Los Dao Do

Dao Do significa rojo. El color predominante de las vestimentas de esta tribu, conocida también como Yao. Conforman un grupo étnico de más de medio millón de personas.

Los Tay

Son el grupo étnico más numerosos de Vietnám. Sus ropas son de color azul o índigo. Las mujeres siempre llevan una falda que llega hasta las rodillas. Viven en pequeñas aldeas situadas a los pies de las montañas y suelen llamar a sus poblados de la misma forma que los ríos, montañas y valles cercanos.

Los Giay

Se trata de un pequeño grupo étnico de alrededor de 30.000 personas que se concentra sobre todo en la parte alta de las montañas. Su vestimenta está adornada por la parte del cuello y de los botones de la camisa, pero no llevan ningún tipo de decoración más.

Tailandia

Los Yan Pa Doung

Las mujeres de esta tribu son las conocidas como mujeres jirafa. Apenas quedan grupos en Tailandia, ya que huyeron a Siam cuando la dictadura Birmana intentó acabar con ellos entre los años 80 y 90. Todas las mujeres llevan anillos en el cuello que se colocan alrededor de la garganta para alargarla hasta que llega a su tope, llegando a pesar hasta 10 kg. La idea es que las mujeres parezcan dragones, que son un símbolo muy importante dentro de su cultura que las protege ante las enfermedades y los peligros que acechan en la montaña. Existe la creencia de que si la mujer no lleva estos anillos, tendrá más dificultades en la vida, puede llegar a sufrir terribles enfermedades, ser poco fértil y más propensa a ser infiel a su marido. Se dice que antiguamente a las mujeres que eran infieles de les castigaba quitándoles la estructura metálica, para que se les partiera el cuello. Sin embargo, parece que se trata de una leyenda.

No obstante, si quieres visitarla, debes saber que temen la llegada de extranjeros solos, por lo que es recomendable contratar un guía. Lo que además facilitará las cosas pues podrán hablar en tailandés con ellos.

Los Bulang

Los Bulangs son una población de 88.000 habitantes que viven casi siempre a más de 1.500 metros sobre el nivel del mar, en las montañas del Condado Menghai. Curiosamente hablan un idioma perteneciente a la familia Austro-Asiática, que se desconoce cómo llegaron a adoptar pues se trata de un alengua propia de 1.000 km al sur. Sus aldeas se encuentran en bosques densos y enramadas de bambú en las montañas, construidas sobre pilotes. Se alimentan de comida agria y caliente, y las mujeres suelen vestir con chaquetas ajustadas y “sarongs”. Además, les gusta usar bejucos en la cintura y en las pantorrillas. Son muy hospitalarios con los invitados, por lo que no tendrás ningún problema para ir a visitarlos.

Los Karen

Son el grupo étnico más numeroso de Tailandia. Suelen vivir en los valles bajos, que por su accesibilidad son los más visitados por los circuitos turísticos.  Suelen vestir con túnicas de colores llamativos. El magenta es una de las tonalidades más populares, tanto en hombres como en mujeres. No obstante, las muchachas solteras suelen llevar túnicas blancas para diferenciarse del resto. Se trata de una sociedad matriarcal, donde las mujeres realizan la mayor parte del trabajo del campo y de la casa. Viven de la agricultura y de la ganadería, siendo el cultivo del arroz la principal actividad.

Myanmar

Los Achang

Los Achang forman un grupo de 30.000 personas que viven al norte de Ruili, en la frontera de Myanmmar. Descienden del pueblo Qiang, que emigraron al sur desde el Lago Qinghai. Les gusta vestir con ropa negra. Las mujeres usan chaquetas de manga larga y ajustada con botones y “sarongs”, además de turbante en la cabeza y unas polainas en las piernas. Se trenzan el cabello sobre la cabeza y lo adornan con tela. Mastican tabaco para tener los dientes de color negro, lo que les parece atractivo.

Los hombres se colocan crisantemos en el pecho hechos con hilo rojo de seda. Además, usan navajas decorativas con incrustaciones de plata. El color del turbante de los jóvenes es blanco y de los hombres casados azul oscuro.

Los Chin

Conforman un grupo de 1,5 millones de personas y ocupan los terrenos malos del sur de la cordillera que separa Myanmar de la India. Sus aldeas se componen de cientos de casas gobernadas por un consejo de ancianos o por un líder. Viven del cultivo, sobre todo del arroz, el mijo y el maíz, pero también de la ganadería, siendo el más importante el buey salvaje de la India. Practican la poligamia y siguen su descendencia mediante línea parental. Creen en multitud de divinidades y espíritus, a los que realizan ofrendas y sacrificios. Además, creen que los buenos cazadores tendrán un buen lugar en el cielo. Aunque los misioneros cristianos han intentado convertirlos, siguen manteniendo su identidad, por lo que la influencia externa ha sido muy limitada.